Hay que dejar que el arte, en este caso la pintura hablen por sí mismas, desde la belleza y la armonía, a través de sus trazos y de sus colores, que cada uno haga suyas las realidades que son plasmadas.
Estas obras como la mayoría de ellas, fueron desveladas a medida que las iba haciendo, en libertad absoluta, inspiradas por el presente, la magia y la seducción del proceso creativo. Me adentraron a una experiencia única e irrepetible, a medida que iban desvelándose.
Fusión de formas y gamas cromáticas que nos transportan a una paz interior mediante una visión interna, mostrando el esplendor y la belleza de la naturaleza.
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